miércoles, 5 de octubre de 2011

Rusia y China rechazan una resolución de la ONU contra Siria

Rusia y China dieron el martes una victoria diplomática al presidente sirio, Bashar el Asad, al vetar una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Siria preparada por países europeos, después de seis meses de violenta represión contra las manifestaciones prodemocráticas.

Al mismo tiempo, la presión ha crecido sobre el poderoso vecino de Siria Turquía, que ha dado refugio a un coronel sirio que se ha unido la revuelta, una decisión que podría incrementar la tensión entre Damasco y Ankara.

"Este veto no nos parará. Ningún veto puede dar carta blanca a las autoridades sirias", dijo el embajador francés ante la ONU Gerard Araud ante el Consejo, compuesto por 15 países.



La resolución, que insinuaba que Damasco podría afrontar sanciones diplomáticas en una fase posterior, recibió nueve votos a favor y cuatro abstenciones, además de los dos rechazos de Rusia y China. La embajadora estadounidense Susan Rice dijo que Washington estaba indignado y que era hora de que el Consejo de Seguridad adoptase "duras sanciones dirigidas" sobre Damasco.

Asad había conseguido que Siria fuera bien tratada por Occidente al tiempo que mantenía una alianza con Irán y apoyaba a grupos extremistas en la región, pero la represión, en la que ha enviado al Ejército a ciudades de todo el país para aplastar las manifestaciones, le han dejado con pocos aliados.

La economía siria está sufriendo los efectos de unas sanciones de EEUU y la Unión Europea en su pequeño pero clave sector petrolero, vinculado con la familia Asad y la élite en el poder.

Rusia y China tienen importantes concesiones petroleras en Siria y no quieren que se extienda la influencia occidental en Oriente Próximo.

Al menos 2.700 civiles han muerto, según los datos de Naciones Unidad. Asad sostiene que cualquier país habría respondido al levantamiento con tácticas similares. Las autoridades culpan a "grupos terroristas armados" apoyados por potencias extranjeras sin identificar y dice que han muerto 800 miembros de las fuerzas de seguridad.

Tras meses de manifestaciones pacíficas, algunos desertores del Ejército y disidentes han tomado las armas, desatando operaciones militares contra ellos, sobre todo en zonas fronterizas de Turquía y Jordania.

La agencia turca de noticias Anatolian citó al coronel Riad al Asad, el militar de mayor rango que ha desertado a la oposición desde el estallido de la revuelta en marzo, diciendo que estaba a salvo en Turquía, a donde han huido otros 7.000 sirios.

Reuters

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