BAGDAD (AP).- Una ola de explosiones en dos vecindarios chiítas de Bagdad mataron el jueves al menos a 23 personas e hirieron a más de 45, informaron oficiales de la policía.
Los ataques intensificaron los temores de que los insurgentes están incrementando los atentados una vez que la retirada del ejército de Estados Unidos se completó el mes pasado.
Los incidentes iniciaron con la detonación de un artefacto en una motocicleta cerca de una parada de autobuses donde se reúnen personas en busca de trabajo en el vecindario Sadr de la capital iraquí, matando a ocho personas, informó la policía.
Un testigo dijo que el ataque dejó una gruesa nube de humo negro en el área.
"La gente tiene temor real de que el ciclo de violencia pudiera ser revivido en este país", dijo Tariq Annad, un empleado del gobierno de 52 años que vive cerca del lugar.
Media hora después, un explosivo colocado sobre una carretera detonó cerca de una pequeña tienda de tés en el mismo vecindario, matando a otra persona. La policía encontró un tercer artefacto cerca y lo desactivó.
Las autoridades indicaron que menos de dos horas después, dos explosiones se registraron en el vecindario chiíta de Khazimiya, en el norte de la capital, y causaron la muerte de 14 personas.
Funcionarios señalaron que las detonaciones en Kazimiyah ocurrieron casi de manera simultánea, y al menos una de ellas fue causada por un auto bomba.
Funcionarios médicos en los hospitales cercanos confirmaron las muertes y dijeron que hay más de 60 heridos. Los funcionarios hablaron bajo la condición del anonimato porque no estaban autorizados a revelar información.
Autoridades iraquíes han alertado de un resurgimiento de los combatientes chiítas y sunitas y de un aumento en la violencia después del retiro total en diciembre de los soldados estadounidenses de Irak.
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