El maltrato al que son sometidos los caballos que arrastran pesadas cargas por distintos puntos de la ciudad trae aparejado un problema social de fondo.Se trata de niños, adolescentes y hombres de escasos recursos con bajos niveles educativos que bajo la manoseada etiqueta de “padres de familia” justifican el sustento con el arrendamiento de estos animales.
Precisamente, por este motivo resulta difícil hacer frente a la problemática, según expresa la vicepresidenta del Patronato Amigo de los Animales (Padela), Laura Aguilar, quien sostiene que el “show” y el clientelismo político impiden que se castigue el abuso animal.
Sostiene que la única forma de que se detenga la explotación equina es la aprobación definitiva del proyecto de Ley de Protección Animal, cuya ratificación está pendiente.
Para el diputado peledeísta, Elpidio Báez, impulsor y creador del proyecto de ley, su aprobación ayudaría a cambiar una práctica social aberrante frente al tratamiento que se le debe dispensar a los animales, que muchas veces incluye tortura. Espera su aprobación por el Senado antes de que concluya la presente legislatura, el próximo 16 de enero.
Una sociedad violenta
El legislador entiende que la dominicana es una sociedad caracterizada por la violencia a niveles “epidémicos” y que los delincuentes comienzan a desarrollar esas malas conductas abusando de los animales.
“En los últimos años se ha disparado el nivel de violencia y resulta que las personas y los delincuentes comienzan a practicar su conducta ilícita matando animales, gatos, perros, tirándoles los vehículos encima a los perros y se convierten en grandes criminales, eso está estudiado”.
Afirma que una sociedad como la nuestra que vive del turismo no puede darse el lujo de “ese triste y feo espectáculo de tener las calles llenas de caballos enfermos usados para vender alimentos”. La entidad encargada de aplicar la ley sería Salud Pública.
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