Campaña contra el VIH/SIDA
Ginebra.- El colombiano-brasileño Gabriel Jaramillo será a partir del próximo 1 de febrero el nuevo director general del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.
Así lo anunció la institución, quien reveló que, a su vez, el actual director ejecutivo del organismo, Michel Kazatchkine, ha decidido dimitir de su cargo.
La Junta Directiva del Fondo Mundial nombró un gerente general para supervisar “un plan de transformación ambicioso”, tras las irregularidades detectadas el año pasado en el control de los fondos entregados, y la mala gestión generada por un crecimiento acelerado.
Kazatchkine anunció que “respeta la decisión” de la Junta, pero admitió que en ante esas circunstancias, no debe continuar en su cargo, que ha ocupado durante cinco años y abandonará en marzo.
“Pocas personas han ejercido un papel más fundamental en la creación y evolución del Fondo Mundial que Michel Kazatchkine”, declaró Simon Bland, presidente de la Junta Directiva.
No obstante, Bland fue claro al saludar la entrada de Jaramillo al Fondo:
“Gabriel es una opción estelar, y es exactamente lo que necesitamos en este momento: un gerente excelente y líder financiero que puede dirigir el cambio y mejorar el desempeño en una gran institución, durante este tiempo de transición”.
Una misión, que Jaramillo ha entendido: “Mis prioridades en el Fondo Mundial son alcanzar el mayor nivel de eficacia y rendición de cuentas y obtener resultados concretos que permitan salvar vidas”, afirmó, citado en un comunicado.
Jaramillo, nacido en Colombia, pero ciudadano brasileño, ha sido gerente y directivo de varias instituciones financieras durante tres décadas, entre ellas, Marine Midland Bank, Citibank, Banco Santander y Banco Sovereign.
En el último año ha ejercido como Asesor Especial de la Oficina del Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la lucha contra la malaria, y fue miembro del Panel Independiente de Alto Nivel creado por el Foro Mundial para revisar los procedimientos y controles fiduciarios de la institución.
Precisamente, el Panel recomendó “aplicar cambios a la gestión de riesgos, el gobierno y la supervisión con el fin de asegurar que la institución administre los recursos de los donantes con la mayor eficacia y seguridad posibles”.
El Fondo es una asociación público-privada y organización financiera internacional dedicada a atraer y desembolsar nuevos recursos para prevenir y tratar el VIH-sida, la tuberculosis y la malaria.
Desde su creación en el 2002, el Fondo ha financiado programas de lucha contra estas tres enfermedades por 22.600 millones de dólares para más de 1.000 programas en 150 países.
Gracias a los programas financiados por el Fondo, se ha proporcionado tratamiento contra el sida a 3,3 millones de personas, y contra la tuberculosis a 8,6 millones.
Asimismo, se han podido suministrar 230 millones de mosquiteras tratadas con insecticida para prevenir la malaria.
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