miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Mavericks y Lakers admiten haber perdido dos partidos, no la liga

Jugadores de los Mavericks de Dallas.

HOUSTON, EE.UU.- El comienzo de la reducida temporada de la NBA ya ha generado las primeras sorpresas deportivas con las dos derrotas consecutivas que han sufrido los Mavericks de Dallas, actuales campeones de liga, y los históricos Lakers de Los Ángeles.

Cuando a penas hace dos días se les daba como favoritos a luchar por el título, ahora ya se les descarta y cuestiona todo el potencial que tienen de franquicias ganadoras.

Los entrenadores Rick Carlisle, de los Mavericks, y Mike Brown, que debuta en el banquillo de los Lakers, admiten que sus equipos no tienen todavía la química ganadora que necesitan, pero están convencidos que lo conseguirán a medida que avance la competición.

La peor imagen la han dado los Mavericks, que en su campo no sólo perdieron de forma clara ante el Heat de Miami (94-105), en la jornada inaugural, y luego 93-115 ante los Nuggets de Denver sino que su rendimiento como equipo ha sido muy pobre, especialmente en defensa.

Carlisle admitió al concluir el partido ante los Nuggets que el único responsable que hay en estos momentos por lo que sucede al equipo es él y que también es consciente del “gran trabajo” que tiene que hacer de cara al futuro.

“No jugamos nada de defensa, el equipo no tiene intensidad y es necesario cambiar la inercia que hemos mostrado hasta ahora”, comentó Carlisle. “Mi responsabilidad es hacer que el grupo funcione y esto no sucede ahora, por lo que queda mucho trabajo que hacer”.

Sin embargo, el entrenador de los Mavericks dijo que tampoco se puede ya descartar a su equipo de ser un ganador por el hecho de haber perdidos dos partidos.

“Está claro que tenemos que hacer ajustes, adaptar la aportación de los nuevos jugadores que han llegado al equipo y, sobre todo, establecernos de nuevo en el apartado defensivo”, valoró Carlisle.

Los Mavericks se quedaron sin el jugador clave que tuvieron el año pasado en la defensa como fue el pívot Tyson Chandler, que firmó como agente libre por los Knicks de Nueva York y tampoco retuvieron al base puertorriqueño José Juan Barea, que fue otro jugador decisivo en la obtención del título de liga.

Barea era siempre el revulsivo del equipo en los momentos complicados y fue el factor sorpresa que les abrió el camino del título de liga frente al Heat en las pasadas Finales de la NBA.

La salida del alero Caron Butler no se ha notado porque de hecho ganaron el título sin que él jugase ya que estaba lesionado.

Las incorporaciones del ala-pívot Lamar Odom, el escolta Vince Carter y base Delonte West para cubrir esos puestos todavía no han podido adaptarse a la química de su nuevo equipo, pero nadie duda que van a hacer una gran aportación al equipo.

Por su parte, el alero alemán Dirk Nowitzki, líder de los Mavericks, admitió que la imagen dado en los dos primeros partidos de la nueva temporada no había sido la mejor, porque se vieron como cansados y sin espíritu de lucha.

“Estoy seguro que tenemos la calidad suficiente para que el equipo vuelva a ser ganador y sólo debemos mejorar en defensa con los hombres altos que hay dentro del equipo”, señaló Nowitzki.

Mientras, en Los Ángeles, nadie se rasga las vestiduras por las dos derrotas consecutivas que han sufrido, ante los Bulls de Chicago (87-88) y los Kings de Sacramento (100-91).

Recuerdan, que hay un entrenador nuevo tras la retirada de Phil Jackson y además los factores que han rodeado el comienzo de la temporada no han sido los mejores con el “veto” del traspaso del base Chris Paul, la marcha de Odom, y la baja del pívot titular Andrew Bynum por cuatro partidos de suspensión.

La perdida de Odom y ausencia temporal de Bynum no han permitido todavía a los Lakers imponer su dominio bajo los aros, a pesar que las incorporaciones de los alas-pivotes Josh McRoberts y Troy Murphy han mostrado que pueden ser muy positivas para el equipo.

La lesión en la muñeca del escolta Kobe Bryant tampoco ha favorecido al mejor rendimiento del equipo, pero nadie duda que en las próximas semanas los Lakers volverán a ser un equipo ganador y listo para luchar por el título de liga.

Además, la dirección técnica de los Lakers no ha cerrado ninguna puerta para conseguir el gran traspaso que le permita mantener su condición de histórico que siempre aspira a un título de liga.



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